27 de Noviembre de 2013, en medio de mi primer contacto con el viejo continente, estábamos en la maravillosa ciudad de Edimburgo en Escocia, nuestro destino, el Castillo de Edimburgo. Alli dentro se encuentra el Museo Militar de la Guerra en Escocia, caminábamos tranquilamente mirando aqui y alla, escuchando al guía que nos iba relatando historias y curiosidades, y luego de contarnos brevemente algo sobre el estandarte que Wellington se llevó como recuerdo de su victoria de Waterloo en 1812, menciona como casi que al pasar que el siguiente cuadro corresponde a Sir John Cradock, 1st Baron Howden comandante del 71 de Highlanders o, los Highlanders de McLeod, y también casi como al pasar menciona que este regimiento es el único regimiento escoces que alguna vez perdió un estandarte en una batalla a manos del enemigo, por lo que, por mucho tiempo cuando se realizan las paradas y los desfiles, al pasar frente a la reina deben de bajar su mirada en señal de vergüenza. El tour prosiguió, y me olvidé del asunto.

Abril de 2014, hacía dos meses que vivía en Buenos Aires, interesado en conocer más sobre la historia y la cultura Argentina, doy con un hermoso proyecto llamado Ronda Cultural, consistía en visitas guiadas a tres o cuatro Museos Nacionales, me anoté sin dudarlo, mi itinerario incluyó, El Cabildo de Buenos Aires, El Museo Nacional de Bellas Artes y el Centro Cultural del Bicentenario.

En el Cabildo, en la “Sala Invasiones Inglesas” del «Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo” en una de sus paredes enmarcada y orgullosa en la pared veo una bandera, la misma llama mi atención inmediatamente, un guión (pequeño estandarte que lleva generalmente quien encabeza la tropa en el asalto) el cual comprenderán de inmediato por qué despertó mi curiosidad.

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Pregunté a nuestra guía, quien párrafo aparte me encantaría recordar su nombre porque fue una de las mejores que tuve, confirmó mis sospechas, durante la primera invasión inglesa, las tropas británicas al mando del General William Beresford atacaron y conquistaron Buenos Aires, todos conocemos la historia de la reconquista y los relatos de aquellos héroes al mando del Capitán de Navío francés Santiago de Liniers, como Manuel Belgrano fue el único funcionario del gobierno que no juró lealtad a los invasores, la fuga de Sobremonte, infructuosa por cierto con el oro de la ciudad que terminará en manos inglesas y como el 12 de Agosto de 1806 se recuperó la ciudad después de más de 40 días en los que la bandera inglesa flameó en el fuerte de la ciudad.

Uno de los cuerpos de infantería británicos participantes del asalto fue, el 71 de Highlanders, el cual no solo perdió una sino dos banderas y un guión a manos de las tropas del virreynato.

De las dos banderas se detalla su origen y obtención en el Libro de Actas del Convento de Santo Domingo que transcribimos aquí

Con motivo de haber sido rendida, esta plaza el día veinte y siete de Junio de mil ochocientos seis a las Armas de su Majestad Británica del mando del general Mr. Williams Carr Beresford, se experimentó decadencia y cierta frialdad en el culto por la prohibición de que se expusiese el Santísimo Sacramento en las funciones de la Cofradía que tuvo a bien mandar el Ilustrísimo Sr. Obispo de esta Diócesis. El Domingo primero de Julio, no hubo más que una misa cantada sin manifiesto, y habiendo concurrido a ella el Capitán de Navío de la Real Armada y Caballero del Hábito de San Juan Sr. D. Santiago de Liniers y Bremont, que ha manifestado siempre su devoción al Santísimo Rosario, se acongojó al ver que la función de aquel día no se hiciera con la solemnidad que se acostumbraba. Entonces conmovido de su celo, pasó de la Iglesia a la Celda prioral, y encontrándose en ella con el Reverendo Padre Maestro y Prior Fray Gregorio Torres, y el Mayordomo primero, les aseguró que había hecho voto solemne a Nuestra Señora del Rosario (ofreciendo las banderas que tomase a los enemigos) de ir a Montevideo a tratar con aquel Sr. Gobernador sobre reconquistar esta Ciudad firmemente persuadido de que lo lograría bajo tan alta protección. (…) en cumplimiento de su promesa, el día veinte y cuatro de dicho mes de Agosto, obró con una solemnísima función –salva triple artillería- concurso de la Real Audiencia, Cabildo secular, e Ilustrísimo Obispo –las cuatro banderas, dos del Regimiento número setenta y uno, y dos de Marina que tomó a los Ingleses, confesando deberse toda la felicidad de las armas de nuestro amado soberano, al singular y visible patrocinio de Nuestra Señora del Rosario o de las Victorias.-

El Reverendo Padre Maestro y Prior pasó al Sr. Liniers, recibo de dichas cuatro banderas, y al momento nos las entregó para que como Mayordomos las colocásemos; lo que se ha ejecutado en las cuatro ochavas de la media naranja sobre la cornisa de la Iglesia-Cuya noticia ponemos aquí para que conste. Buenos Aires veinticinco de Agosto de mil ochocientos seis.

El Guión, exhibido en el Cabildo sinembargo fue capturado por Juan Martín de Pueyrredón el 12 de Agosto de 1806 y entregado al Cabildo el 23 de Agosto del mismo año.

Transcribimos aquí el Acta del Cabildo donde consta dicho registro

En este estado, pidió permiso para entrar D. Juan Martín de Pueyrredón, y habiéndosele concedido, expuso: Que el día de la Reconquista tuvo la suerte de quitar a un oficial inglés, una guía o estandarte del Regimiento prisionero Nº 71, a tiempo que trataba de ocultarlo, y que ahora tenía el honor de presentarlo como buen patriota a este Ilustre Cabildo, para que se conservase en su archivo por monumento eterno de las glorias que adquirió la Patria en la famosa acción del día doce de Agosto; y habiéndolo puesto en manos del Sr. Alcalde primer voto, se le dieron las gracias en términos los más expresivos por tan importante y distinguido servicio (…)

Pero ésta no sería la única bandera que el futuro Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata le arrebatara a los británicos, también se hizo con unade las dos banderas navales mencionadas en el acta de Santo Domingo, una división de la Caballería de Pueyrredon, entre los que se encontraba un muy jóven Martín Miguel de Güemes la guardó tras tomar por asalto el Justine, un buque inglés que quedó varado en la costa.

Desde entonces, es que recuerdo siempre la anécdota y aún cuando el 71 recibiera nuevos colores e insignias en 1809, y su comandante pronunciara un emotivo discurso, deslindándolos de la responsabilidad de la derrota y de la humillación de haber rendido sus estandartes a manos del enemigo, siempre quedará en mi memoria que el único regimiento escocés que alguna vez perdió una bandera, lo hizo a manos de las tropas patriotas de ese pedacito de tierra al sur del continente americano, siempre presente en las grandes gestas heróicas de la historia americana de los siglos XVIII y XIX.