Para fines de Julio de este año, recorrimos Roma con mi novia y uno de los lugares que visitamos fue el Castel Sant’Angelo, una fortificación que data del siglo II de nuestra era y que fue reacondicionada, remodelada y reutilizada a lo largo de toda la historia de la ciudad, desde el pináculo de los días imperiales a la caída del imperio de occidente, perdurando durante el auge de los estados pontificios.

Roma siempre fue un centro de concentración de poder y Sant’Angelo fue testigo de todos los vaivenes en la historia de la ciudad.

En una de sus habitaciones más austeras y retiradas, una placa la nombraba como ‘Sala Cagliostro’ y explicaba escuetamente que allí había estado prisionero y a la espera de su sentencia de muerte (luego conmutada) el famoso médico, alquimista, ocultista, alto masón y rosacruz Giuseppe Bálsamo, también conocido como Conde Alessandro di Cagliostro.

De nuestro amigo Bálsamo tenemos varias anécdotas, pero hoy contaremos quizás la más significativa y la que lo llevó a su exilio de la corte francesa y produjo el inicio de su debacle, que finalizaría con su prisión en Sant’Angelo en 1789 y su posterior muerte en la inexpugnable prisión de San Leo en 1795 y que se conoce como ‘El Asunto del Collar’, tema sobre el que Alejandro Dumas escribiría una novela ‘L’Affaire du collier de la reine’ y que fuera calificado como una de las farsas más descaradas de la historia por el historiador y amigo de este espacio Stefan Zweig.

Para comenzar a comprender todo este asunto,debemos viajar en el tiempo, el lugar París el año, 1785: aún faltan 4 años para la revolución y Luis XVI y María Antonieta reina de Francia, y por esos años Luis Rene Eduardo de Rohan, Príncipe de Rohan y Obispo de Estrasburgo es el Gran Limosnero Real, lo cual quiere decir que es la mayor autoridad religiosa de la corte de Versalles y quien controla todos los donativos y obras de caridad del Rey de Francia.

Rohan, entabla en esos años, una relación de amistad con una aristócrata venida a menos de la corte francesa. Jeanne Valois, la Condesa Valois de la Motte, por cuyas venas corría sangre real, pero por sus bolsillos solo podían encontrarse deudas..

Jeanne siempre necesitada de dinero para cubrir los suntuosos préstamos que solicitaba a nombre de sus conexiones y familia comienza a urdir un plan que involucra a nuestro crédulo e inocente cardenal.

Luego de haberle solicitado fuertes sumas de dinero, la Condesa buscando ablandar aún más los bolsillos de su benefactor, le promete un encuentro con la Reina, Rohan por su parte que aspira a ser primer ministro de francia, y cuya relación con la monarca se ve algo deteriorada desde hace un tiempo, ve su futuro asegurado en tal reunión, pero como todos presentimos, aquí había gato encerrado, y así fue, luego de una correspondencia epistolar a través de Valois de la Motte, la reina accede a entrevistarse con Rohan en los jardines de versalles un 11 de Agosto de 1785, pero esta reina tanto como las cartas antes mencionadas tenían la misma autenticidad que un billete de 13 euros.

En realidad, a esa cita nocturna acudió Nicole Leguay, una prostituta parisina de increíble parecido con la reina que a instancias de la Condesa Valois creía estar gastando una broma a uno de sus amigos. Rohan cae en el timo y a partir de ese dia no fue más para Jeanne que pedir en nombre de Su Majestad Real y Rohan dar y dar y dar.

Por esa misma época, Charles Boehmer y Marc Bassenge, joyeros de la corte estaban enfrentando un terrible problema. Luis XVI queriendo festejar a su amante Jeanne du Barry le encargó un collar de diamantes soberbio, la construcción de tal magnífica pieza recayó en Bohemer y Bassegne, pero, siempre hay un pero, la muerte del padre de Luis XVI, el famoso rey sol, Luis XV hizo que el monarca tuviera que usar los fondos para las exequias de su progenitor, lo que dejó a nuestros dos amigos al borde de la ruina.

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El collar estaba valuado en aproximadamente unas 2 millones de Libras (aproximadamente 155 millones de dólares de hoy en dia), imaginaran que no había muchos que dispusieran de esta cantidad, Carlos III en españa y la propia Maria Antonieta en Francia ya habían deshechado la posibilidad de desembolsar tamaña suma, por lo que nuestros dos joyeros llegan después de idas y vueltas a entrevistarse con cierta condesa, de quien ya hemos hablado unos párrafos más arriba, quien un 29 de diciembre de 1784 consigue ver el famoso collar y comienza a poner en marcha un plan para conseguirlo.

Lo primero es encontrar quien pueda comprárselo y si, como todos ya imaginaran, el incauto de turno no sería otro que nuestro Cardenal de Rohan, a quien le dice que, Maria Antonieta necesita un último favor suyo para anunciar públicamente su reconciliación y ofrecerle el ministerio que tanto ansía, éste favorcillo no sería otro que comprarle un collar que ella desea pero para el que no dispone momentáneamente de efectivo para hacer la compra. Temerosa que los orfebres vendan el collar a otros, la solución es sencilla, Rohan debe comprar el collar para la Reina quién cuándo fueran venciendo los pagos irá girando las sumas de dinero al Cardenal para cubrir dichos emolumentos

El cardenal se debate; para ese entonces, si bien era bastante adinerado, el collar, que ahora estaba siendo ofrecido como ganga en 1.7 millones de libras era algo caro para sus posibilidades, y sin ninguna garantía que la reina cumpliera con su palabra está a punto de negarse, cuando nuestro amigo Cagliostro entra en juego, Giuseppe Balsamo es amigo de Rohan y un conocido místico y ocultista, Cagliostro en complicidad con la condesa convence a Rohan que los astros están a su favor y que un oráculo que consulto en su nombre le confirmo que era de su mayor conveniencia completar la operación.

El 29 de enero de 1785, Rohan compra el collar en 1.7 millones de Libras pagaderas en cuatro cuotas semestrales y se lo entrega a de la Motte el 1 de febrero siguiente.

La condesa a su vez se lo entrega a un mensajero de la reina, quien no era otro que su complice Retaux de Villette.

De Villette comienza a vender los diamantes por todo francia, generando una baja en el precio de dichas joyas, al inundar el mercado y por supuesto generando las quejas de todos los joyeros de París, de la Motte se retira a vivir en la abundancia y asunto terminado, pero la fecha de los pagos se aproxima, los joyeros necesitan cobrar por su trabajo y el cardenal debe recibir los pagos de la reina, obviamente esto no va a suceder, y para colmo de males el 12 de Julio de ese año un desesperado Charles Bohemer quien ya ve que no le va quedando otra que la bancarrota se apersona ante su real majestad para reclamarle cumpla con sus obligaciones respecto del collar de diamantes.

La reina lo recibió el 13 de Julio y se desayunó en ese momento de todo el entrevero, del cual inmediatamente culpa al Cardenal Rohan.

Maria Antonieta, acto seguido, obliga a su marido el Rey a tomar cartas en el asunto y éste no pierde el tiempo, el 15 de Agosto Rohan es invitado a dar explicaciones por su majestad real y finalmente se da cuenta de la forma en la que ha sido engañado. Luis lo arresta públicamente y lo encierra en la bastilla.

Retaux de Villete huye a suiza y el marido de la condesa Valois de la Motte huye a Inglaterra con los diamantes restantes. Mientras, en París, caen bajo las fuerzas del orden Valois de la Motte, principal imputada en la causa, tanto como Nicole Leguay (la prostituta que se hizo pasar por la reina) y nuestro amigo Giuseppe Balsamo, conde de Cagliostro como cómplices de la estafa.

Francia entera se entera de la situación y los nombres de la Reina y del Arzobispo están en cada cotilleo de la ciudad, Rohan es un personaje muy querido en las calles y todo el asunto no hace más que ponerlo de buenas con el pueblo quien lo considera una víctima, y dañar aún más la ya inexistente reputación de la reina a quien el populacho asigna todas las culpas del bochorno.

Cagliostro, aunque no se pudo probar su participación en el hecho, es desterrado de Francia y debe marchar a Roma. Jeanne Valois de la Motte es azotada públicamente y marcada a hierro candente con la V de “Voleuse” (Ladrona) en su hombro, según las costumbres de la época, mientras que Nicole Leguay es absuelta completamente de culpa y cargo.

Rohan es destituido de sus cargos y desterrado de Francia aunque posteriormente se le permitirá volver a la diócesis de Estrasburgo.

De los diamantes nada, el marido de la condesa se esfumó con ellos, y de nuestros amigos y mayores damnificados en este asunto, los dos pobres joyeros reales, nada más pude averiguar. Cagliostro ya en Italia, es detenido por Masón y sentenciado como ya dijéramos anteriormente, pasando por la pequeña habitación con vista a la cúpula de San Pedro en el Castel Sant’Angelo.

Espero que este relato un tanto largo haya sido de vuestro agrado y nos vemos en nuestra próxima historia de rinconcito.