A menudo, uno pasa indiferente por las esquinas céntricas, ignorando su pasado, muchas veces reemplazado por el avasallante rumbo del progreso y la falta de conciencia urbanística, aplastados por el vale todo en el que nuestra querida Córdoba se sumerge cada vez más, a medida que pasan los años

Uno de estos exponentes es la esquina de Alvear y 25 de Mayo, una gran marquesina que hace años nos deja ver que alli se encuentra el Bar Willy, y una muy pero muy pequeña placa que nos cuenta casi al pasar, oculta tras las pizarras de las ofertas un destino de grandeza que le fue arrebatada a esta esquina, por mezquindades propias del centralismo porteño y desidias propias de nuestros propios gobernantes siempre más amigos de la bolsa del “mercachifle” que del patrimonio y la cultura.

Nos cuenta el historiador Efraín Bischoff en su libro  El general San Martín en Córdoba. (revision de 1978)

San Martín llegó el 9 de julio de 1816 y fue a hospedarse a la casa de don José Orencio Correas, en el barrio del Pilar, donde fue afectuosamente recibido y atendido hasta su regreso a Mendoza, el 22 de julio de aquel mismo año.
Por su parte, durante los días de su estancia en Córdoba, Pueyrredón fue a vivir a la casa donde ya había estado cuando fue designado primer gobernador de la provincia en 1810, y fue padrino de Rosa Arredondo, según la nota que existe en el archivo de la Catedral de Córdoba.”

Seguimos citando a Bischoff, ahora de un artículo publicado en La Voz del Interior el 17 de agosto de 2010.

“En definitiva, al llegar desde San Miguel de Tucumán en 1816, Pueyrredón fue a residir a la casa ubicada en lo que hoy sería la esquina noroeste de las calles 25 de Mayo y Alvear. La entrevista con San Martín se efectuó en una de sus salas, donde ya había estado en otra de sus visitas a Córdoba, en 1812.
Podría agregarse, para mayor comprensión, que don Antonio Arredondo y Ascasubi heredó esa propiedad de su madre, doña Polonia de Arredondo. Aquél llegó desde Salta, donde había contraído matrimonio con doña Ventura de la Corte y Juárez, y vivió en esa casona que tenía una amplia huerta.
Posteriormente, la propiedad pasó de sus manos a otros Arredondo, luego a los Román, a los Bardín y, más tarde, tuvo distintos destinos para negocios no muy florecientes.

No hay duda de que la entrevista tuvo lugar allí. En un juicio sucesorio de 1825, se lee: «Una casa edificada de altos y azotea a la calle, en la traza de la ciudad, a una cuadra de la Merced al naciente, que hace esquina y dos frentes al sur, lindando por el poniente y norte con casas del coronel don José Javier Díaz”.
Por todo ello, don José Román, descendiente de quien la mandó edificar a fines del siglo XVII, se enorgullecía de una copiosa tradición hogareña y exclamaba: «Aquí se realizó la entrevista de San Martín y Pueyrredón».

Carlos Campana por otro lado, nos cuenta en un articulo para el diario Los andes el 26 de Junio de 2016

Desde Tucumán, luego de presenciar la jura de la Independencia y de los festejos posteriores a ese trascendental hecho,  el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón partió con su pequeña comitiva el día 11 con destino a Buenos Aires pero antes pasaría por la provincia de Córdoba para reunirse con San Martín.

Por cartas anteriores de ambos, la entrevista fue fijada para los días 10 o 12 de julio. Pero parece que la reunión se ejecutó para el 17 de ese mes.

La llegada de Pueyrredón a la ciudad de Córdoba, atrajo la atención de todos. El flamante jefe de Estado estaba muy satisfecho con uno de los objetivos más importantes que tenían los patriotas, la emancipación del rey de España, que desde hacía unos años se estaba gestando. Al llegar, ambos se dieron un abrazo y luego de un breve descanso por parte del recién llegado, iniciaron la esperada reunión.

¿Qué pasó en la reunión?

Durante el encuentro, el Director Supremo y el coronel mayor, estuvieron deliberando las acciones a seguir luego de que se confirmara la declaración de la independencia.

Durante varias horas de deliberaciones se resolvieron varios temas como el arreglo sobre un plan militar de operaciones que apuntaba a liberar el territorio chileno.
Además, San Martín contó con el apoyo del gobierno de las Provincias Unidas para el envío de todo tipo de material bélico para la preparación de la campaña.
El compromiso de Pueyrredón quedó sellado y se vio  en los meses próximos de 1816, cuando se activó la preparación del ejército en Cuyo.
Después de esta reunión y muy satisfechos, los dos partieron hacia sus respectivas provincias.
Posteriormente, el 1 de agosto se creó el Ejército de los Andes y San Martín fue ascendido a general en jefe de ese ejército”

Lamentablemente, como mencionamos al inicio de éste artículo, la casona donde se llevara a cabo ésta histórica reunión fue demolida, volvemos a citar a nuestro admirado Efraín Bischoff en este aspecto

Hacia 1956, «la señora Dominga A. de Córdoba y el señor Manuel Román, interesados por diversas circunstancias en evitar que la casa fuera demolida, se dirigieron a la Comisión Nacional de Museos y Lugares Históricos, con sede en Buenos Aires, para pedir que se la declarara edificio histórico.

Una comisión formada en el seno de aquella corporación y que integraron Enrique Udaondo, Humberto F. Burzio, Bernardo A. López Sanabria y Roberto Echepareborda dictaminó el 28 de diciembre de 1956, en relación con dicho asunto. Sostuvo que no existía otro elemento que la tradición oral, por lo cual dictaminó que no correspondía propiciar la declaración solicitada «para la casa de calle 25 de Mayo número 193 de la ciudad de Córdoba».
El dictamen provocó un alboroto en muchos órganos de prensa, pero prevaleció aquella opinión y a los pocos meses la casa fue derribada. En ese terreno se hizo un moderno edificio.”

En este edificio hoy se erige el Bar Willy, dónde uno sentado en sus mesas de arrabal puede pedir un café en el mismo sitio dónde éstos dos grandes y notables personajes definieron el curso de la historia y formaron los destinos de América Latina. Por solo recuerdo a los distraídos transeúntes, una mínima placa reza

«En este solar, durante los días 20, 21 y 22 de julio de 1816 se reunieron los Generales Juan Martín de Pueyrredón y José de San Martín para gestar la campaña de los Andes»

Municipalidad de Córdoba – 1968

Cierro este artículo con una frase nuevamente de Efraín Bischoff citando a Joaquin B. Gonzalez

“Razón tenía Juan B. González cuando, en 1952, clamaba en su libro Por la senda de la Historia : «Conservemos nuestros monumentos y nuestras tradiciones; por modestos que sean, ellos son el misterioso puente que se tiende entre las generaciones que desfilaron a través de los tiempos y las que siguen en marcha, entre el polvo de la ruta infinita».”

Hasta nuestro próximo viaje…

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